Nubes rosadas sobre mar de acuarela.
Se disuelven las lágrimas en la sal marina.
Las dejo huérfanas a merced de las olas.
Quizás acaben en alguna lejana playa,
brillando sobre una concha.
Quizás acaben en tu plato, en tus labios,
que es donde quise dejarlas.
Lo correcto duele.
No sé si callarlo, negarlo, repetirlo de nuevo.
Palabras cactus que sólo una vez soltaré de mi boca.
Luego el tiempo dirá...
Que diga bien o calle para paz de las almas,
que contra el temporal se baten.
Protegerte:
De las acciones feas de un corazón inquieto.
Secar a tiempo tus lágrimas futuras.
Ahorrarme tu odio, palabras de despecho.
No verte deshacer entre mis dedos,
como la arena privada de humedad.
Protegerte de mí.
...
Tus lágrimas no son huérfanas,
ResponderEliminarestán en mi corazón
dónde estás y estarás tú siempre.