lunes, 29 de octubre de 2012
Peligro, no tocar
Señoras, señores, he descubierto que soy un producto nocivo, alto voltaje, rompecorazones asegurada...
Si hace unos años criticaba a Cupido que me tuviera tan maltratada, con el corazón vagando solitario sobre infinidad de cuerpos dormidos a mis sentimientos, hoy le vengo a pedir el teléfono de su madre para reclamarle el exceso de fascinación. Hay que tener cuidado con lo que se pide a los dioses. Fue Midas que por su avaricia acabó con los dedos malditos, igualmente a mí el toque de Venus me ha convertido en un arma biológica que enamora y causa dolor. Porque han de saber señores del jurado que tengo buen corazón y sentimientos y mucha conciencia, que nunca quise hacer daño, sin embargo me considero totalmente incompetente para sanarlo o evitarlo en el futuro.
No puedo controlarlo. Soy como una fruta prohibida a la que se ha otorgado la vida y que además sabe que es prohibida. Tal vez esté en mi naturaleza el ser irresponsable, en abocarme a la pasión sin pensar en las consecuencias, en enamorar, en amar, en dejarme llevar por la ilusión hasta que... Hasta que la realidad viene a chocar de frente y me hace tomar las decisiones más duras y difíciles que una mujer debiera tomar: apartar al ser amado por su bien.
Mea culpa, acepto el veredicto: desterrada del mundo. Voy a vestirme el hábito del celibato y encerrarme en mi pequeña ermita para dedicarme a la creación, mi más amada amante, la única a la que no puedo decepcionar con mi pasión desorbitada. Sí, por increíble que parezca, por primera vez en más de 20 años (es que empecé joven) voy a renunciar al amor y a los placeres mundanos durante una buena temporada. Dejaré de llamarme Reina Canalla para llamarme Monja Canalla... o_o No, mejor Reina Monja, suena menos tentador.
Si no lo consigo y la malévola Venus vuelve a llamar a mi puerta... ¡¡Corred!! No os acerquéis. Puedo parecer un sueño, el premio fuerte de la Lotería, pero soy la manzana envenenada de Blancanieves.
Vale, tal vez estoy siendo demasiado dura conmigo misma, pero es cierto que necesito un tiempo de reflexión y contemplación. Confío me vuelva más sensata, madura, inteligente, sabia... Una persona más provechosa para los demás. Tal vez mi destino no sea amar a alguien determinado sino amar a la humanidad en general y regalarles mis creaciones, mis palabras, mi sonrisa.
...
Publicado por
ReinaCanalla
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Etiquetas:
Mi año célibe,
Momentos personales
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Si eres como escribes es comprensible que se enamoren de ti, pero si no puedes corresponder a alguien pues no puedes y lo mejor es decir adiós.
ResponderEliminarY aunque se nota que te ha dado fuerte no creo que debas ir a un convento, un lugar lleno de monjas reprimidas no parece el sitio indicado para ti.
Ánimo y cuídate mucho.
Tranquila, Lady, que lo de las monjas se trataba de una metáfora xDD Aunque haya decidido estar una temporada célibe en cuestiones amorosas y sexuales, no pienso renunciar al onanismo, es sólo que necesito conocerme mejor, amarme más, convertirme en alguien independiente emocionalmente primero para luego ser alguien capaz de amar en condiciones ^^
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