jueves, 24 de marzo de 2011
En la consulta
Hoy me tocaba visita con la gine. Joé quien fuera coche para pasar la ITV cada dos años, a mí me quieren meter mano cada seis meses. Pensaba que estando bien la última citología, podría tomarme vacaciones de médicos o, al menos, cambiar de especialidad, que me siento como una matriz con cabeza y extremidades, pero no, el protocolo es el protocolo y encima funciona, así que a obedecer. A lo mejor acabo muriendo de cáncer de cerebro pero de útero apuesto a que no ¡¡Imposible con tanto control!!
Total, que me han formulado las mismas preguntas de siempre:
- ¿Tienes pareja?
- Sí.
Hace dos y cinco años respondía "a veces, variada, algo parecido..." pero, como ahora estoy estable, he pensado que era importante que la gine supiera que practico la monogamia y he reducido mi riesgo a las ETS's.
- ¿Qué método anticonceptivo utilizas?
Em... momento de duda. ¿Le nombro al socorrido condón o le suelto la verdad? Lo cierto es que las dos cajas de condones que guardo en lo alto del armario corren riesgo de caducarse. Los conservo con la idea práctica de utilizarlos con juguetes (para compartir y esas cosas) pero voy a tener que acabar donándolos a una ONG. ¿Quien puede predecir el futuro? Yo no, pero todavía me queda la capacidad de imaginarlo y, en ese futuro idílico, no hay condones.
- Estoy con una chica -no fue un acto reivindicativo, es que me daba pereza inventarme un novio.
- Entonces no utilizáis anticonceptivos, claro.
- Claro - clarísimo como el agua, vamos.
La doctora muy profesional, ni siquiera ha levantado una ceja de la sorpresa. Eso será que no soy la única de por aquí, he pensado, tal vez estemos convirtiéndonos en una verdadera plaga y supongamos un peligro serio para la industria pildorística. Nu sé, pero parecía aliviada, quizás ha comenzado a considerarme una paciente modelo que no le dará problemas.
Al acabar la consulta me he sentido bien conmigo misma. Es gratificante poder expresarse con naturalidad y contagiar esa misma naturalidad a los demás. Es como cuando reservo una habitación de hotel, siempre indico "desearíamos una cama doble, gracias". Y luego nos presentamos las dos tan panchas en recepción. Es bastante evidente que somos pareja, vamos a dormir juntas y vamos a hacer cosas increíbles en esa cama, jujuju. Es una visibilidad lésbica inevitable, como la del gine, porque ¿a cuento de qué vas a arriesgarte a dormir en camas separadas o a que tu historial clínico cojee de una pata? Un poco de sorpresa sí que generamos, aunque los recepcionistas disimulan bien. El último, en un hotel de Toledo, era muy majo. Cada vez que le pedía la llave me sonreía emocionado. Tal vez guardaba esperanzas de que le llamáramos a media noche, como en "Habitación en Roma", para solicitar un pepino xD
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Publicado por
ReinaCanalla
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Etiquetas:
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Momentos personales
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Jajaja, igual el recepcionista se sentía identificado y pensaba que éramos de las suyas =P
ResponderEliminarCierto, esa era la otra posibilidad xD
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