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martes, 27 de marzo de 2012

The Fucking Dead (4)


Follizombis... era como los llamábamos. Había que quitar drama al asunto y tratábamos de reírnos de la situación. Durante el día, desde la ventana del piso de arriba los íbamos señalando con la esperanza de ver alguna escena grotesca, tipo caderas dislocadas o que a alguno se le quedara la polla en la mano. Es lo que tiene estar pudriéndose.

Aquella noche no me resultaron divertidos. Rebusqué en la cómoda de la vieja, me había parecido ver una pistola el primer día que nos instalamos. La encontré, una preciosa Beretta 92FS pero con el cargador vacío, tan sólo conservaba una bala en la recámara. Lily la reclamó para ella, la bala. Los escuchamos tirar la puerta abajo, revolver en el salón y la cocina y subir las escaleras. Lily, por primera vez realmente asustada, no dejaba de repetirme que la matara antes de que consiguieran entrar en el cuarto. “No dejes que me lo hagan, si me quieres, dispárame entre los ojos. Dispara, Dick, dispara... No dejes que me lo hagan, Dick...” Con el cañón apoyado en su frente, con sus ojos mirándome fijamente, suplicando, los caminantes salidos vencieron sin dificultad nuestra modesta fortaleza y se precipitaron hacia nosotros. Que Dios me perdone. Lily se puso a chillar y atrajo primero su atención. De un salto escapé de su alcance y corrí hacia el armario, esos de abuela que tienen llave, y me encerré dentro. “¡Dick, bastardo, sal del armario!”. Shhh, calla, nena, no me delates. Tal vez contigo se queden contentos y me dejen tranquilo. Juro que hubiera querido salvarla pero era ella o yo y en agujeros y ductilidad me ganaba por varias carreras de diferencia.

Seguía gritando y, cuánto más gritaba, más se alteraban. ¿Cuántos serían? No sé, espiaba temblando por la mirilla y sólo podía ver a cinco o seis que la llevaban en volandas mientras ella se resistía inútilmente. Pobre Lily, era una presa en su jugo, su olor les hubiera atraído por toda la ciudad y en aquella pequeña habitación era simplemente un manjar destinado a ser consumido con voracidad. Impacientes, las hembras se adelantaron con los dedos tratando de llegar al fondo de aquella fuente que no dejaba de brotar. “¡Iah! ¡Tienes los dedos helados! ¡Ayúdame Dick! ¡No, más no!”. Imposible contar cuantas manos la buscaban por dentro, por fuera, en todas partes, cuántas bocas de fétido aliento y lenguas gélidas la violaban sin cesar, en cada rincón de su rosada piel.

Ya no podía verla, su cuerpo se hallaba cubierto de cadáveres ansiosos por acoplarse. Imaginaba, por sus desgarradores gritos, lo terrible de la experiencia. “¡Dick! Oh... ¡Dick!.. Oh, no, no, no, no, eso no... ¡Joder, caliéntatela un poco con la mano, maldito muerto! ¡Dick, te juro que volveré a por ti! ¡Diiiiiick! ¡Dios!... Ah... ah... ah... ¡Oh, Dios mío!... ¿Otro más? ¡Quita, que no cabéis los dos en el mismo! Buf, pues sí...”. Cuánta tortura... para mis oídos. Pobrecita Lily pero podía haberse muerto más rápido o más en silencio, sin embargo, aguantó toda la noche como jabata que era.

Al amanecer, su cuerpo se había enfriado de tal manera que ya no les resultaba agradable y la dejaron extendida en el suelo, condenada a resucitar en unas pocas horas. Fueron saliendo de la casa, me aseguré hasta que estuvieron todos fuera y abrí la puerta del armario. Todavía podía hacer algo por mi novia mártir, regalarle el tiro que me pidió en vida pero... Pero decidí guardármelo para mí, no quería de ninguna de las maneras correr su misma suerte.

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4 comentarios:

  1. ¡No actualices tan rápido que no nos da tiempo a degustar a fondo la emoción del tufillo a muerto!

    No conocía yo las grandes habilidades amatorias de los muertos vivientes para con las mujeres fogosas. No sé, les hacía más impulsivos, de arañazos y bocados apasionados y embestidas incontrolables, pero sin pensar mucho en el ritmo de su partenaire. Gracias por descubrirnos un universo zombi donde vale la pena morir.

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    1. Es que Lily lo aguanta todo ^^ Nada, que ya especifiqué que no habría gore, mis sufridos lectores no están preparados para pezones arrancados y esas cosas... ni yo tampoco xD

      De todas formas, esto no se ha acabado. La chica era el entremés, todavía falta el plato fuerte.

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  2. Los zombies tienen libido y gustan de las orgías o_o

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    1. Pues claro!! No dicen que les funciona la parte primitiva del cerebro. El impulso sexual debe ser muy fuerte en esas condiciones... según mi universo particular de los zombies ^^

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