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lunes, 2 de abril de 2012

The Fucking Dead (6)


Bastante más pálida de lo que la recordaba, con un trocito de mejilla colgando por efecto de la descomposición y los labios en carne viva... carne muerta, Lily pone sus manos alrededor de mi cuello. ¡Cuánto te quiero, Lily! Aún en tu estado infrahumano estás siempre dispuesta a cumplir mis deseos. Sí, así, nena, quítame la vida y luego jugad con mi cuerpo a vuestro antojo.

Pero no. Lily agarra mi cuello y me zarandea hasta tirarme al suelo. Acto seguido me arranca los tejanos a riesgo de romperse una uña - efectivamente siguen creciendo después de muerto, qué largas las lleva - o el dedo entero. Un par de zombies hembras la ayudan... o más bien habría que decir que intentan arrebatarle la presa. Ahora me fijo, todos los caminantes que me rodean son hembras. No debe haber mucho disfrute para ellas, o no aguantan los hombres suficiente para todas, porque acuden hambrientas en masa al mínimo olor de macho humano a metros de distancia, kilómetros. La desesperación agudiza el olfato. Debería haberme quedado en mi escondite. Tal vez la agonía se hubiera alargado una o dos semanas pero no hubiera tenido que pasar por esto. Un único pensamiento me mantiene esperanzado: mientras les sea útil, ellas no dejarán que ningún macho se haga conmigo. Sólo debo aguantar lo suficiente hasta que la muerte me llegue por su brutalidad o por agotamiento.

Lily es la primera en alcanzar el órgano de su deseo pero... oh... no está muy servible que digamos. Venga, Dick, te va la hombría en esto, piensa, piensa, piensa en las tías buenas del Playboy toqueteándose entre ellas. Ya podrían colaborar un poco estas señoritas muertas. La imaginación funciona mal cuando el pánico se ha apoderado del cerebro. Tres, cuatro de ellas aprovechan el suspense creado para abalanzarse sobre mí y rasgarme la camiseta. Esparcen sus babas fétidas sobre mi pecho. ¡Maldita, guarda los dientes, ahí no se muerde! Oh... oh... ¡Ahí tampoco! ¡Joder, un poco de paciencia, chicas, ya voy! Arriba... ya casi, ya. ¡Un momento! Cinco, seis se lanzan como hienas con sus bocas desencajadas y se hacen con el pequeño Dick, turnándoselo desordenadamente, cazándolo al vuelo cuando es fugazmente liberado. ¡Creck! ¿Eso ha sido la traquea de alguna?

Lily no ha adquirido mayor paciencia en la otra vida. Me arrastra por las piernas y aparta a las otras. Un condón, necesito un condón. Puede que muera pero, si consigo evitar contagiarme del virus, no volveré convertido en un monstruo. En el bolsillo del tejano, intento alcanzarlo, pero Lily me lleva sujeto por las piernas, raspando la piel de mi trasero contra el asfalto. ¡Lo encontré! Deja que me lo ponga, cielo, si alguna vez me has querido, por favor... Eh, no me mires con esos ojitos vacíos. Ya sé que no te gusta pero...

¡Ahhhhhhh!

...

4 comentarios:

  1. Lily va a tener que ser un poco menos bruta si quiere que Dick despierte.
    Creo que con la cantidad de fluidos y babas de zombis que tendrá la escena muy poco le hubiese servido ese condon.

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    1. En situaciones de stress todo se puede xD Bueno, en realidad no lo sé pero vamos a darle a Dick la oportunidad ^^

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  2. En vez del condón lo que tendría que ponerse es una venda en los ojos ...y a disfrutar!!! xD

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    1. Por lo menos no podrán exigirle que reconozca algún bebuchi meses después. Los embarazos postmortem no están científicamente probados ^^'

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