Hablando de sexo con mi hijo

Llega el momento en la vida de una madre/padre en la que nos enfrentamos a esa temible pregunta:  ¿De dónde vienen los niños?

Esa pregunta la aprobé.  No fue tan difícil, me amparé en la biología.  Que si óvulos, espermatozoides... ¿Y cómo se juntan los óvulos y los espermatozoides?  "Ejem... los papás y las mamás hacen el amor, el pene entra dentro de la vagina..."  Y poca cosa más porque los niños pequeños tampoco están ansiosos de detalles.

Pero el tema no se acaba ahí, al contrario, a partir de ese día las preguntas se van haciendo más difíciles. ¿Qué es un condón?  ¿Tú utilizas condones?  ¡No es justo!  Yo no le hacía esas preguntas a mi madre.  Pero hay que responder, siempre hay que responder porque cuando preguntan es que están preparados para oír la respuesta.  "Pues sí, hijo, es muy importante utilizar condón cuando se hace el amor para no quedarse embarazada y protegerse de enfermedades."  ¿Y cómo es?  "Pues mira (abro el armario, tomo una cajita de la estantería de arriba y extraigo un condón en su fundita), esto es.  ¿Lo abrimos?"  Vale (muchas risitas).  Oh, es pringoso.  "Está lubricado para que sea fácil ponerlo.  ¿Quieres que lo probemos con un plátano?"  Vale (más risitas).  Por eso es importante tener siempre plátanos en casa.  "Esta puntita es el depósito, se aprieta y se desenrosca el condón.  Es fácil."

Cuando vosteza y se marcha corriendo a ver su serie favorita significa que la clase ha acabado y ya podemos respirar tranquilos.  Quien diga que la educación sexual es traumática para los menores es que nunca ha dado ninguna.  ¡¡El trauma es para los padres!!

Tras lo cual un día de pronto te pregunta:  ¿Cómo se da un beso en la boca?  Lógicamente sabes que se está viendo con una niña de su edad y que no está hablando de los piquitos habituales del Ciclo Infantil.  No, te está preguntando abiertamente la técnica de un morreo.  A una madre sólo le quedan dos opciones: escandalizarse o responder con la misma franqueza de la pregunta.  Una Reina Canalla sólo tiene una opción: responder teniendo en cuenta la felicidad futura sexual de su pequeño (no tan pequeño).  Así que le dije: "No hay que darlo así de golpe sino ir dando primero besitos suaves.  Notarás si la chica está preparada para más pero es importante ir despacio y probar primero con pequeños toques de la lengua en los labios.  Si ella está disfrutando, abrirá la boca y podéis jugar juntando las lenguas o experimentando diferentes tipos de caricia.  Cada persona besa de forma diferente, es sólo cuestión de coger el mismo ritmo".

Y si pensabais que ese era el listón más alto, iros tomando una tisana para relajar los nervios porque con 13 años le entra el desparpajo y se pone a comentar que si hay un chico de su clase que ya no es virgen (quéeeee!!!) y que conoce una chica de 14 que se lo monta con todo el mundo (uahhhhhhhhhhhh!!!).  La mar de tranquila, aunque por dentro estoy atacá con todas las alarmas encendidas y con tentación de llamar a los bomberos para un rescate de urgencia, le digo: "Esta chica está un poco mal ¿no?  Si quiere demostar que ya es mayor y muy guay, no es la manera.  Hay que hacerlo porque te gusta no para ser popular.  Me da un poco de pena.  Y el chico... no veo qué prisa hay por hacerlo, ni que fuera una competición.  Veo mejor disfrutar con los juegos y las caricias, conocerse bien el uno al otro antes de dar el paso, porque la primera vez siempre sale mal, es normal, no hay experiencia".  Pues mi compañero de clase dice que lo hizo porque le surgió la oportunidad y que la chica quedó muy satisfecha.  "Miente como un bellaco.  Tú hazme caso y no tengas prisa, que sexo es mucho más que penetración.  Aprende despacio que llegarás más lejos."

Aigh, y me considero afortunada porque me tiene suficiente confianza para hablar de estos temas.  Conmigo es fácil hablar de sexo (a mí no me es fácil hablarlo con él) pero siempre me queda la duda de si estaré siendo demasiado directa.  Aunque mejor directa y sincera que no me venga un día con la novia de 14 años embarazada...

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