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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Manual del Buen Casanova (7)

Fantasía.
    Como todo en la vida y en el amor, hay que huir de las rutinas.  La monotonía está muy bien para ser más efectivos en el trabajo y en las obligaciones diarias, nos permite abarcar más sin pensar mucho, pero en el deseo no tiene nada que hacer.  Sin novedad no hay pasión.  ¿Cómo hacer para que el amor no muera asfixiado de aburrimiento?  Fácil, convertir cada encuentro sexual en una aventura incierta, con un guión mínimamente esbozado pero abierto a cientos de posibilidades.  Ojo, también tiene que haber lugar para el sexo tranquilo, cómodo y sin complicaciones.  Mal vamos si degeneramos la aventura en rutina.  ¿Os acordáis de la película Nueve Semanas y Media?  No aguantaría nadie tanta intensidad si hubieran sido nueve meses.


Ser imaginativo es una buena idea pero ¿por dónde empezamos?  Si hemos agotado los clásicos de seducción (cena exótica, escapada romántica…) podemos arriesgar con un striptease y una coreografía sencillita.  “Ah, pero es que soy gordo, feo, patoso…”.  ¡Con esas ideas en la cabeza no vamos a llegar a ningún lado!  Quitarnos la ropa al son de la música no es tanto para volver a nuestra chica cardiaca, sino para romper el hielo, echarnos unas risas y, si somos realmente buenos, encenderla de deseo.
    Mis pequeños saltamontes machos pueden hallar la inspiración en la película The Full Monty.  Los temas You Sexy Thing de Hot Chocolate, Hot stuff  de Donna Summer y You can leave your hat on de Tom Jones son perfectos para la ocasión.  Para los que tengan ganas de moverse más, no podía faltar el Macho Man de Village People y algo más moderno, como no, es el Sexy and I know it de LMFAO, que puede resultar muy divertido.  Aconsejables todos estos temas para los que se sientan inseguros de su físico y de su talento en la pista, seguro que triunfais.
    Para los saltamontes macizorros y sin complejos recomiendo la película The Chippendales Murder (2000) inspirada en una famosa compañía de strippers masculinos y a la que no faltan coreografías sugerentes.  Y si os atrevéis con todo, echad un vistazo a Magic Mike (2012) y a su impresionante protagonista.  Un consejo:  no puede faltar el sombrero.


    No me olvido de mis saltamontes hembra.  Veamos, habría que diferenciar si la señorita a la que queréis complacer se siente más excitada hacia lo femenino o lo masculino o ambos.  Si le gustan las chicas femeninas, lo tenéis fácil, un trajecito sexy y el You can leave your hat on de Joe Cocker pero en la versión de Nueve Semanas y Media y no podéis fallar.  El Lady Marmalade de Labelle (la última versión la canta Christina Aguilera) resulta muy sensual y no es tan típico.  Podéis buscar otros temas, alguno que os inspire, lo importante es la lencería y el movimiento de caderas.  Para algo más ambiguo, ¿qué tal Man! I feel like a woman de Shania Twain?  Si encima vestís el modelito con sombrero de copa que lleva ella en el video-clip, no habrá quien se os resista.  ¿Referencias de películas?  Hay cientos pero me quedo con Demi Moore en Striptease y los clips y actuaciones de las Pussycat Dolls.


 

¿Queréis apostar más fuerte?  Ay, pillinas.  Personalmente opino que no hay mujer más sexy que la que se trasviste de hombre de la cabeza a los pies, incluido calzoncillos y camiseta de tirantes, y si encima me baila al ritmo de Back in Black de AC/DC caeré rendida a sus pies.


Estaremos de acuerdo que el vestuario en un striptease es básico.  Quien habla de vestuario habla también de disfraces y, como no, de interpretación o rol.  Sacad el actor/actriz que lleváis dentro y sorprended a vuestra chica con un personaje y una escena que la transporte a otra dimensión lejos de la realidad.  Es fácil, en cualquier bazar de chinos podéis adquirir complementos a buen precio, la imaginación corre de vuestra cuenta.  Sugerencias:  Bonnie y Clyde en los alocados años 20, Mr. Lobo y Caperucita Roja, Jabba y la princesa Leia de esclava, Antonio y Cleopatra…  Si no sois tan frikis, con polis y ladrones vale.

Ya calentitos y animados, podemos recurrir al bondage en nuestros juegos pero sin hacernos daño.  Las esposas metálicas son muy atractivas pero no las recomiendo, mejor una cuerda suave, un pañuelo de seda o unas abrazaderas de tela.  Y ya que la tenemos atada aprovechemos para…  No, eso todavía no.  Aprovechemos para vendarle los ojos y jugar con comida, por ejemplo, o susurrarle algún pasaje erótico extraído de un libro.


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