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miércoles, 9 de abril de 2014

Manual del Buen Casanova (20)



Lo que jamás se debe hacer mientras se hace.
    Existen siete pecados capitales en el arte amatorio que evitaremos a toda costa.  Seguro que más de uno-a ha caído.  Yo os absuelvo y no pequéis más. ¡Hale!
   
    Pereza.
    Habéis acabado pero ella parece estar a medias jadeando como alma en pena.  La abrazáis amorosamente y le dais cuatro besitos esperando que se calme.
    ¡Ostión al canto!  Sacáis fuerzas de donde sea y mano o boca pero a esa chica me la dejáis satisfecha.  Sólo si ella os aparta y os jura y asegura que está bien podéis descansar.  No siempre las mujeres necesitan un orgasmo.

    Monotonía.
    ¿Siempre el mismo acercamiento?  ¿Siempre las mismas posturas?  ¿Y aún os extrañáis que se quede dormida en mitad del acto?
    La falta de creatividad no es una excusa para no esforzarse en buscar la sal en vuestra relación.  Hay muchas cosas que se pueden hacer para que ese mal llamado monotonía no se apodere de vuestras almas y mate lo que prometía ser una apasionado romance.  Sólo intentarlo ya merece la pena, os quede mejor o peor.  Y cuando no surjan las ideas, os tomáis unas vacaciones de sexo y seguro que las ganas vuelven renovadas y en plena forma.

    Ir directo al grano.
    Con la excusa barata de que os gusta un montón, día sí y día también, os saltáis todos los preámbulos y le enchufáis la mano a la primera para conseguir el lubricante natural que os permitirá jugar rápido y sin complicaciones.
    ¡Para el Infierno que os lanzo de cabeza!  Sexo no es igual a orgasmo, es placer, infinidad de placeres, y complicaciones.  Por lo mismo también es variedad.  El sexo rápido no da opción a la fantasía ni a la complicidad.  Hasta los perros se toman la molestia de olisquearse un poco.

    Enrollarse como una persiana.
    ¿Estáis en plena acción amorosa y te da por explicarle de forma extendida lo que te gusta que te hagan o le preguntas insistentemente si le está gustando y qué más quiere?
    Veamos, pequeñas sugerencias están bien pero distraer su atención con grandes monólogos está fatal.  Ahora no es el momento.  Espera a después para hablar que seguro que te presta más atención que no cuando su cuerpo y sentidos se están preparando para estallar en orgasmo.

    Tratar de convencer con alevosía y premeditación.
    La tienes a puntito de caramelo y no se te ocurre otra cosa que ponerte pesado con aquella fantasía que hace tiempo que intentas y a la que ella parece no estar dispuesta.
    Soy yo y te dejo plantado.  Es una falta de respeto gravísima a su sexualidad insistir una y otra vez en algo que ya te ha dejado claro que no va a participar.  No es no y estás arruinando el momento presente.

    Quejarse.
    “Así no, cariño.  Gírate hacia el otro lado, ahora ponte allá… No, mejor al revés”.  Eso o lanzar chasquidos con la boca a modo de “me agobio” cuando ella os está trabajando con toda su buena voluntad.
    No la marees más y, sobre todo, no corras el riesgo de bajar la confianza que tiene en sus habilidades.  Todo se puede mejorar pero estas cosas se hablan con calma después y no mientras.  Funciona mejor un elogio que diez quejas.

    Quedarse frío.
    Ni un gemido, ni respiraciones profundas, ni susurros deshaciéndose en tu boca, sólo la mano dirigiendo su cabeza mientras chupa.  Al final, eso sí, el suspiro de satisfacción… el mismo suspiro que lanzas después de visitar el lavabo.
    Jo, es triste.  Todo el mundo tiene su propia forma de sentir pero es importante que ella sepa que la deseáis y lo mejor es exteriorizar vuestro placer con sonidos, miradas y caricias.

    Gritar en exceso.
    Golpes en la pared, camas volviéndose locas y gritos que ya han avisado a todo el vecindario que hoy tocaba polvo en el 3ºA.
    La estáis asustando.  Seguro que la excitación le ha bajado de golpe y se haya en shock emocional pensando en cómo amordazarte.  Si no podéis evitar ser tan exagerados, tened a mano una buena almohada para morder y agarraos a las sábanas.  Permiso concedido para que os aten, si es preciso.

Próximo episodio:  Salud sexual

6 comentarios:

  1. Me pondré en alerta cuando llegue el momento.

    P.d.: hay algunos con fantasias un tanto raras (silvido)...

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    1. Si yo te contara, me han propuesto cada cosas, juju. El problema es cuando la fantasía se convierte en obsesión y se ponen pesaditos con el mismo tema. Yo creo que es preferible aspirar a una sexualidad standar antes que pasarte de extravagante y no comerte un rosco.

      Ah, pero a lo mejor lo dices por tu obsesión con Jezzabel, jajaja.

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    2. Bueno no tiene nada que ver con Jezzy, eso si, actualmente no se puede realizar. Tiene que ver con dejar a la altura del betún a los del club de la milla (o en inglés Mile High Club)...

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    3. ¿Cayendo en paracaídas? Bueeeno, reconozco que esa es una fantasía de altura xDDD

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  2. En gravedad cero con el planeta como fondo, el no haber arriba ni abajo debe de ser algo interesante.

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    1. Veo difícil coordinarse sin gravedad pero no soy la más adecuada para juzgar una fantasía xD

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