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miércoles, 18 de febrero de 2015

La destructora de papeles



No, este no es el título de un nuevo relato erótico, jeje.  Simplemente me han puesto una destructora de papeles en la oficina y quería confesar mi fascinación por dicho aparatejo.  En serio, es muy posible que me vuelva adicta a destruir papelotes.

Imaginaos la sensación...  Un papel, unos rodillos que lo atrapan para dentro y... brrrrrr... queda convertido en virutas de papel.  Irreconocible, destruido... brrrrr... y muerto.  Lo que era y lo que es.  Fascinante.  Y relajante.  He descubierto que darle de comer papeles a la máquina tiene un efecto tranquilizador en mí.  El problema es si algún día me encuentro sin papeles para deshacerme...  ¿Me dará por echarle documentos válidos?  ¿Me volveré loca y le daré billetes?  Aunque sea un billetico de cinco euros... mmm....  Bocatto di cardinale.

Por suerte tengo toda una caja de papeles antiguos que destruir.  Me durarán bastante tiempo si me los dosifico, juas!!

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3 comentarios:

  1. Siempre hay que alimentar a las criaturas de la oficina, especialmente esa que siempre tiene hambre...

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    1. Jajaja, te ha quedado muy erótico el comentario ;)

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    2. jejeje... tal vez era mi intención.

      Si necesitas ayuda a la hora de destruir papeles te puedo mandar propaganda del ayuntamiento de donde vivo.

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